Fuera de la “lógica partidista”

El doctor en Ingeniería Electrónica por la Universidad Politécnica de Valencia Andreu Climent, un entusiasta de la confluencia entre política y conocimiento experto, preside Ciencia en el Parlamento, una iniciativa que presiona para corregir la «escasez de asesoramiento científico en el proceso legislativo», explica. Y ofrece un dato: en la red europea de organismos científicos asesores de los parlamentos (EPTA, por sus siglas en inglés) no hay ningún miembro de ámbito español (sí específico de Cataluña). De su experiencia tratando de lanzar puentes entre ambos mundos, destaca una conclusión: hay un problema básico de comunicación y de lugares de encuentro. «Es fundamental construir espacios donde [políticos y científicos] construyan confianza».

Climent alerta contra la idea del «gran sabio», porque «no sirve para problemas poliédricos». Le parece especialmente útil incorporar el conocimiento experto al proceso legislativo, que puede permitirse un periodo largo de reflexión. «Esto te permite ir por delante. Cosa distinta es el asesoramiento científico reactivo, inmediato. Lo mejor es crear estructuras estables», añade. Coincide la socióloga y politóloga Cristina Monge, una de las integrantes del grupo de expertos que analizó la metodología de la rendición de cuentas presidencial. «En ocasiones se acude al conocimiento experto en situación urgente, cuando hace falta, en momentos de crisis, cuando lo idóneo sería tenerlo integrado», señala. A su juicio, para que el modelo funcione debe acudir a un catálogo de perfiles que no dependan de nombramientos y estén fuera de la «lógica partidista».