España está un poco más cerca de dejar de ser una excepción por no tener una oficina de ciencia y tecnología en el Parlamento. Estos organismos que llevan años funcionando en las cámaras de otras naciones y también de organismos supranacionales como la UE se encargan de ofrecer a los diputados información no partidista sobre cualquier asunto en el que las evidencias científicas puedan enriquecer el debate político y desterrar creencias infundadas. 

Este año, un puñado de científicos inició la campaña Ciencia en el Parlamento con el objetivo final de crear la primera oficina de este tipo en el Congreso de los Diputados. La iniciativa fue apoyada por miles de firmantes y decenas de organizaciones públicas y privadas, además de recibir apoyo del Gobierno a través de la Fundación para la Ciencia y la Tecnología.